IRE YUSTRES - Huelga General, también en El Corte Inglés

(Foto: Ire Yustres)

La huelga general del 24 de noviembre ha sido la primera, después de 22 años de discordancias, organizada por las dos entidades sindicales más importantes de Portugal. Las últimas medidas aprobadas por el ejecutivo luso han logrado unificar a la Central Geral dos Trabalhadores Portugueses (CGTP) y a la União Geral dos Trabalhadores (UGT), que han reunido a operarios de empresas primerizas en estas revueltas sociales, como es el caso de El Corte Inglés. 

Entramos en un centro casi vacío, con más vendedores que clientes, y quizás más seguridad de la necesaria para controlar a tan solo seis pacíficos piquetes del CGTP. La temporada de navidad y las nuevas normas parecen incomodar a los trabajadores de El Corte Inglés, pero hay diversidad de opiniones. Sofía Silva, delegada sindical elegida por los funcionarios de El Corte Inglés, se muestra convencida de la importancia de la huelga para reivindicar los derechos de los dos mil funcionarios que trabajan en El Corte Inglés en condiciones claramente precarias. 

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La gran mayoría de los trabajadores de la empresa están de acuerdo con que las medidas tomadas por el Gobierno solo sirven para empeorar su situación, pero no todos confían en esta manera de reivindicación, como bien afirma una de las trabajadoras que asistieron a su puesto de empleo por miedo a perderlo tras la huelga.

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Quedarse en casa o ir a trabajar es el dilema que invade a la mayoría de trabajadores en un día de huelga. Muchos tienen miedo de perder su empleo, por muy indigno que sea. Aun así, desde los sindicatos se alienta a que los trabajadores continuen luchando, siempre dentro de la legalidad.

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Al mirar esta huelga general desde el otro lado de la frontera sorprende la extrema tranquilidad con la que transcurren los hechos, ya que en Madrid, durante la huelga general del 29-S los piquetes lograron cerrar el principal centro de la capital. Los sindicalistas insisten en que es cuestión del carácter portugués, siempre más sosegado que el español, pero Sofía recalcó que la diferencia está en la falta de organización y experiencia reivindicativa.

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Finalmente, la huelga general más importante que ha tenido lugar en Portugal logró paralizar casi todo el país. Fue secundada por más de tres millones de trabajadores, especialmente del sector público, pero apenas afectó al sector privado.